Se parte de la premisa de que con altos niveles en las ponencias se contribuye a que la región pueda avanzar en su “competitividad” internacional. Por eso se pide a los oradores:
- Presentar sus trabajos completos en documentos extensos (no solo resúmenes) de unas 8 páginas en la mayoría de las modalidades.
- Elaborar sus documentos mediante el Estilo REDUMATE un conjunto de indiciaciones que sigue estándares internacionales
- Someter sus propuestas por medio de una eficiente plataforma tecnológica, para de esta manera facilitar la gestión de ponencias.
Para asegurar esa gestión y revisión académica, se diseñó una estructura científica del congreso formada por: directores de plataformas, directores de tema, revisores, que sostienen este proceso.
Cada propuesta es revisada por al menos dos revisores científicos, los cuales no saben quiénes son los autores de una ponencia, lo que hace el proceso muy profesional. En caso de empate o duda se acude a un tercer revisor.
Los directores de cada tema son los auténticos líderes del proceso en su tema; se trata de dos o tres profesionales hispanoparlantes y lusoparlantes. Los directores de tema constituyen la amplia mayoría del Comité Científico Internacional.
Casi 200 personas participan generosamente en esta estructura.
Es un trabajo voluntario formidable crucial, que robustece a la comunidad regional, al país sede, pero también a toda América Latina e incluso a otros países allende las Américas. En el escenario actual se debe tener una perspectiva internacionalista.